12th abril 2023
Hace tres años, debido a la pandemia mundial provocada por la COVID-19, los trabajadores dejaron sus puestos de trabajo a los que acudían 5 días a la semana y montaros las oficinas en sus domicilios para seguir con su labor profesional. Algunos contaban con despachos pero, muchos otros, acondicionaron cocinas, habitaciones de niños o huecos en el salón para convertirlos en los espacios de oficinas de 2020.
Ante a esta situación tan insólita, surgieron tanto defensores como detractores y hubo infinidad de vaticinios respecto al futuro de los espacios de trabajo. La corriente inicial fue “el teletrabajo ha llegado para quedarse”, una fórmula que funcionó durante 2020 y 2021, como medida para evitar contagios, ayudar en la conciliación profesional y familiar con aulas escolares cerradas durante largas temporadas…
Sin embargo, 2023 se considera el año de la gran vuelta a la oficina, al menos para las grandes empresas del mundo. Amazon, a través de su CEO, Andy Jassy, anunció a todos sus empleados el regreso a la oficina durante 3 días a la semana y Telefónica, por su parte, ha llegado a un acuerdo con sus empleados para que el 40% de su jornada laboral sea teletrabajo, aunque está siendo una excepción respecto al groso de las grandes corporaciones.
Lo que sí parece que ha llegado para quedarse es el modelo híbrido laboral en el que el trabajador acude una serie de días a su espacio de trabajo y otros teletrabaja y aquí es, cuando surge la necesidad de adaptar las oficinas a esta nueva realidad. Según un artículo en Harvard Business Review, del CEO de Steelcase, empresa basada en la arquitectura de mobiliario de oficina y la tecnología, las oficinas del futuro tendrán que hacer frente a los retos de ofrecer una experiencia híbrida de calidad y que pasan, entre otros, por unir el espacio físico y digital, dando cabida a los empleados presenciales como a los digitales o invertir los espacios, organizar reuniones en espacios abiertos y realizar el trabajo individual en espacios cerrados.
Bien es cierto que todos estos aspectos son muy importantes, pero, algo sumamente importante, es lograr que los trabajadores puedan estar conectados de la misma forma que lo han estado durante estos años pasados. En estos dos años, los empleados han contado con una herramienta indispensable, el móvil, que les ha permitido gestionar su vida profesional y personal, llegando a considerarse un derecho adquirido que no va a desaparecer con la vuelta a la oficina, ya sea de manera parcial o total.
Y esto se asegura a través de una conectividad perfecta en los espacios de trabajo donde no exista una sala o lugar donde los trabajadores no puedan recibir un correo importante o una llamada personal. Todo ello va a repercutir en el bienestar y productividad de los empleados y, en consecuencia, en la cuenta de beneficios de la empresa.
Y nada mejor para lograrlo que contar con una empresa de referencia en el sector. Shared Access tiene más de 15 años de experiencia en el desarrollo, financiación, instalación y mantenimiento de soluciones para la mejora de la conectividad móvil de voz y datos en todo tipo inmuebles. Si está interesado en conocer más sobre cómo Shared Access se asocia con empresas para financiar, diseñar y ofrecer una conectividad móvil perfecta en edificios, póngase en contacto con nosotros aquí.